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El Instituto Galego de Seguridade e a Saúde Laboral (ISSGA) celebró hoy en su centro provincial de Lugo la jornada técnica “Trabajos en emplazamientos con riesgos de incendio o explosión”, orientada a trasladarles a los empresarios la idea de que una buena gestión de la prevención, aparte de evitar accidentes laborales, puede convertirse en una magnífica herramienta para mejorar la propia imagen de la empresa y, por lo tanto, la de sus productos.

El jefe de Formación del centro lucense del ISSGA, Javier Pernas Verdugo, hizo un recorrido por los principales puntos recogidos en el Real Decreto 681/2003, de 12 de junio, sobre la protección de la seguridad y la salud de los trabajadores expuestos a los riesgos derivados de atmósferas explosivas (ATEX) en el lugar de trabajo. A pesar de la existencia de esta normativa, una gran parte de empresarios de este ámbito reconoce que no desarrolló sus obligaciones en este campo, según indicó.

Entre esas obligaciones, se encuentra la adopción de medidas de carácter técnico y organizativo en función del tipo de actividad que se desarrolle en la empresa, con el objeto de impedir la formación de atmósferas explosivas o bien, cuando la naturaleza de la propia actividad no lo permita, evitar la ignición de atmósferas explosivas y atenuar los efectos perjudiciales de la explosión, garantizando la salud y la seguridad de los trabajadores.

El Real Decreto recoge también la obligatoriedad de la evaluación del riesgo de explosión, de la coordinación empresarial en los casos en que se trabaje con compañías externas, dae la clasificación de las zonas según el riesgo de formación de ATEX y los aspectos que debe incluir el Documento de Protección contra Explosiones.

En esta jornada, participaron varios responsables del Grupo Mahou-San Miguel, empresa dedicada a la fabricación de cerveza que cuenta con una plantilla media de 2.200 trabajadores.

Según explicó Julián Cabezos Sáez, director de prevención del grupo empresarial, en ese tipo de fábricas se manipulan cada año miles de toneladas de cereales; se consumen enormes cantidades de combustible, líquido y gaseoso; la mayoría de esas factorías producen miles de kilogramos anuales de gases combustibles en sus depuradoras de aguas residuales y algunas fábricas realizan la refrigeración de sus tanques de fermentación por expansión directa de amoníaco.

La política preventiva del grupo se basa fundamentalmente en el desarrollo de comportamientos seguros, que se alcanzan con la formación e información suficiente de los trabajadores en prevención de riesgos laborales y con el cumplimiento de las normas de seguridad adecuadas. Además, Cabezos hizo hincapié en la importancia de la mejora continua de las condiciones laborales, lo que redundará en una mayor calidad de vida de los trabajadores. Para todo eso, se requiere de profesionales lo más cualificados posible y de un alto grado de cultura preventiva, añadió.

Este experto considera que, se bien en los últimos anos tense constatado una reducción da siniestralidad en los sectores de riesgo, eso se debe a que se partía de condiciones “nefastas” y subrayó que “aún queda mucho por hacer”.

Sobre las medidas técnicas y organizativas puestas en marcha en el Grupo Mahou-San Miguel, habló exhaustivamente Ana Ávila Borjabad, jefa de prevención del grupo, que expuso, punto por punto, los aspectos que debe contener el Plan de Prevención de Riesgos Laborales en Atmósferas Explosivas.

El primer punto que debe tener en cuenta es la identificación de riesgos (de las sustancias que pueden dar lugar a la generación de atmósferas explosivas, como polvo, metano, amoníaco, gas o fuel); en segundo lugar, la evaluación de riesgos, que debe tener en cuenta tanto la probabilidad de generar explosiones como la severidad de las mismas; y, por último, la adopción de las medidas de prevención y protección encaminadas a minimizar los niveles de riesgo, que deben estar recopiladas en el Documento de Protección contra Explosiones.

En la jornada intervinieron también Emérito Núñez Armado, técnico de prevención de la mutua de accidentes de trabajo FREMAP, quien habló sobre las distintas metodologías de clasificación de zonas según el riesgo de formación de ATEX y sobre el marcado de equipos de protección, y Eloy Caballero, jefe de Planificación de DDI y Proyectos Industriales del Grupo, que especificó las medidas técnicas y organizativas puestas en marcha en las instalaciones de la empresa desde un punto de vista práctico.

En la clausura, la jefa del centro del ISSGA de Lugo, Nieves Novo Lodeiro, destacó que esta jornada va en la línea del objetivo del Instituto de que la implantación de una cultura preventiva llegue a todos los implicados. Por eso, manifestó la voluntad del organismo de seguir en esa línea de colaboración con empresas y profesionales y adelantó que, dentro del programa formativo del ISSGA para el próximo año, se recoge el objetivo de darle continuidad a este tema, en consonancia con el interés que suscitó esta jornada.